Créase o no, y lamento si levanto polvareda entre defensores y detractores -de una u otra forma, el Temple siempre levanta pasiones- que enseguida acudieron a mi mente las imágenes de dos iglesias que, de una manera intuitiva, constituyen, en mi opinión, un referente, siquiera en base a cierto parecido: la iglesia de Santa María de la Oliva, en Villaviciosa, Asturias, y la iglesia de Santa María do Olival o dos Olivais, en la emblemática población portuguesa de Tomar.
Ignoro, lamento decirlo, si hay documentación histórica que pueda corroborar ésta impresión; pero al menos, se sabe de la presencia en tierras de la Alcarria de las órdenes militares, y entre ellas, no faltan, desde luego, los templarios, siendo una de las referencias más cercanas a Brihuega, la ciudad de Torija, situada a apenas poco más de una decena de kilómetros de distancia.