domingo, 30 de agosto de 2009

Enclaves de Poder en Molina de Aragón


Cuando hablamos del Señorío de Molina, hablamos, sin duda, de una tierra de contrastes cuya historia, longeva y lejana en el tiempo, se pierde, cuando menos, en los albores de la Prehistoria. Una historia en la que la magia y la leyenda repercuten con fuerza inusitada, manteniendo una ancestral vigencia en lugares de especial relevancia.
En el caso que nos ocupa, el nexo común tiene, como eje central de un triángulo imaginario formado por Buenafuente del Sistal, Cobeta y el Barranco de la Hoz, el singular, y de hecho controvertido tema de las apariciones marianas.
Curiosa, cuando no sospechosamente, la presencia en la zona de cultos antiquisimos y una más que notable arraigambre de la cultura celtíbera, obligan a plantearse una serie de interrogantes, encaminados a la posible existencia de una hipotética relación.
Tampoco es ninguna novedad, constatar que la presencia del Cristianismo sustituyó en muchos lugares cultos anteriores, considerados paganos, levantando iglesias y santuarios, y también, por qué no decirlo, manteniendo algunas tradiciones basadas en dichos cultos, aunque, evidentemente, maquilladas y amoldadas a los dogmas de su religión.